Nada mas llegar a Bangkok (Krungthep), redescubro, la palabra 'miedo del cagarse'. 'Miedo del cagarse' es subirse a algunos taxis de Bangkok. Viene a ser como jugar a la ruleta rusa, pero con 5 balas en el cargador. (Tan sols el mestre Jona amb el Joni-movil, podria fer-los front). Un taxi de Bangkok se ensancha o se encoje a merced del boquete por el que tenga que pasar. Solo necesita ir 'follao' y tener fe, mucha fe. Pero como con todo en esta vida, te acostumbras...te acostumbras a sentarte en la parte trasera y a mirar por la ventana para distraerte, porque como te sientes delante, solo puedes pensar en dos palabras.... LAAAAPUTA! JOOOODER!!
Despues del primer contacto en Bangkok, el primer fin de semana, primero visitamos el Jei jei marquet. Un mercado inmenso donde hay literalmente de todo. Hasta comidas para picar un tanto exóticas. La 'delicatessen' que mas me sorprendió no fué ni el calamar frito, ni los gusanos fritos, ni las cucarachas fritas que eran grandotas grandotas... Lo que mas me sorprendió fueron las piruletas de pollito frito con su cabezita y todo.
Luego visitamos la granja de cocodilos, donde unos chavales se juegan el cuello literalmente pidiendole a un cocodrilo que les pegue un bocao.
Y para acabar el fin de semana visitamos 'Ancient city'. Una lugar enorme donde se puede conocer parte de la historia y la cultura de Tailandia a con un coche de golf a traves de varias reproducciones de templos y lugares de Tailandia.
Concluyo el primer fin de semana, con la certeza de sentirme querido de nuevo. Querido por los mosquitos. Menudos festines se pegaron los cabrones. Si las mujeres me quisieran igual, estaria en plena forma. Y nada mejor para sentirse vivo, que la picadura de un mosquito cuando tienes la piel quemada por el sol. Increibleble. Alguna noche me he despertado devorado por esos bichitos, cargado de paciencia y autocontrol, persiguiendolos en calzoncillos con una chancleta en la mano, ojos inyectados en sangre y espuma en la boca, a grito de guerra MORIR HIJOS DE PUTA!!!
Despues del primer contacto en Bangkok, el primer fin de semana, primero visitamos el Jei jei marquet. Un mercado inmenso donde hay literalmente de todo. Hasta comidas para picar un tanto exóticas. La 'delicatessen' que mas me sorprendió no fué ni el calamar frito, ni los gusanos fritos, ni las cucarachas fritas que eran grandotas grandotas... Lo que mas me sorprendió fueron las piruletas de pollito frito con su cabezita y todo.
Luego visitamos la granja de cocodilos, donde unos chavales se juegan el cuello literalmente pidiendole a un cocodrilo que les pegue un bocao.
Y para acabar el fin de semana visitamos 'Ancient city'. Una lugar enorme donde se puede conocer parte de la historia y la cultura de Tailandia a con un coche de golf a traves de varias reproducciones de templos y lugares de Tailandia.
Concluyo el primer fin de semana, con la certeza de sentirme querido de nuevo. Querido por los mosquitos. Menudos festines se pegaron los cabrones. Si las mujeres me quisieran igual, estaria en plena forma. Y nada mejor para sentirse vivo, que la picadura de un mosquito cuando tienes la piel quemada por el sol. Increibleble. Alguna noche me he despertado devorado por esos bichitos, cargado de paciencia y autocontrol, persiguiendolos en calzoncillos con una chancleta en la mano, ojos inyectados en sangre y espuma en la boca, a grito de guerra MORIR HIJOS DE PUTA!!!
1 comentario:
Moooooooooooooooooooooooooolt bona la descripció de la lluita amb els mosquits!!!! jajajaja he rigut molt
Anem a lo que interesa... com estas?? com va tot per tailandia? vaig mirant fotos al facebook i em sembla que molt i molt bé!!! ara ja deus estar més que acostumat als tais!!
nene tornaràs x aqui,no? que et trobem a faltar!!!
cuida't molt i molt!!!
petonetssssssss
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